
Una charla de Mario Alonso Puig nos confirmó que caminar juntos es nuestro destino. Que nos hace bien. Que siempre fue así. Esa alegría que experimentábamos en el pasado cuando nos encontrábamos trascendía nuestras respectivas circunstancias. Nos hacíamos bien, nos hace bien. Nos proporciona paz, seguridad, hogar al fin y al cabo.
Pasados los años esa sensación volvió, no sólo cuando nos vimos, sino cuando nos reencontramos.
